Blog dedicado a la Semana Santa de Ronda, la que dicen es una de las mas bonitas de España.......o no.

martes, 16 de julio de 2013

¨Capataz¨





Ronda es una ciudad particular, única, especial, mezcla de varias culturas y rodeada de la personalidad de tres provincias diferentes.
De un tiempo atrás, resuena por la ciudad y por distintos puntos de Andalucía que Ronda es más sevillana que malagueña, y sin entrar en el debate, fijémonos en lo que en este blog nos interesa, la Semana Santa.
En especial, una figura importante, de gran orgullo y de una responsabilidad mayor de lo que uno pueda imaginar, en la figura del Capataz.
Tenemos, por norma general en Ronda, copiar las cosas, pero copiarlas mal. Evitando comparaciones, que por supuesto no se pueden dar, la figura del capataz rondeño es diferente a la que en otros puntos se tiene del capataz.
Un capataz y su equipo, son los ojos de los costaleros, pero además es el nexo de unión de una cuadrilla, es el aliento cuando las fuerzas flaquean, es el amigo que te apoya, te corrige, te ayuda y está a tu lado.
Un capataz, es su equipo y también su cuadrilla. Una cuadrilla que va con él, que lo apoya y no le deja tirado.
Pero que difícil es ser capataz, yo no se como lo verán ustedes, pero no todo el mundo puede llegar a serlo, hay que tener un carisma y una enorme capacidad de sacrificio que poca gente posee y por supuesto, una enorme pasión por el mundo del costal y además de pasión, conocimiento.

Es por ello que en Ronda, tenemos capataces que son buenos, pero solo en algunos aspectos, tenemos algunos que saben mucho del costal, pero carecen de carisma, otros que tienen carisma, y no saben ni hacer la ropa de un costalero, y aún menos igualar, otros que simplemente se llaman capataces y no tienen en su agenda ni un solo costalero que lo siga.

Ronda, ciudad de pseudo-capataces, gente incapaz de gestionar una cuadrilla, mantenerla, reunir un buen equipo y sobre todo controlar el ego de un protagonismo que sólo los malos capataces buscan.
Es algo más que llamar a un martillo, y asistir a un ensayo (a veces, y nos cuesta creerlo, ni van), es infundir amor al costal, a crear una familia, cuidar a esa familia y el día de la salida disfrutar todo ese trabajo que se ha tenido durante todo el año, y no sufrir,  porque en Ronda, los capataces sufren el día de salida, pero no un sufrimiento por la responsabilidad que se les viene encima, sino por el trabajo mal hecho.

Pero como la ESPERANZA, es lo último que se pierde, espero que la nueva hornada de capataces nuevos que hemos visto últimamente en nuestra ciudad, sepan aprender de los errores de los pioneros capataces rondeños y se tomen en serio tal responsabilidad y no como un juego de sacar pasos a la calle.


P.D: La imagen de la cabecera es simplemente para ilustrar la entrada, en ningún caso la toméis como un mensaje.

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